sábado, 12 de diciembre de 2015

Victorio V. Suárez

SEIS POEMAS DE DESHIELO

Una alborada de ceniza revolotea
en el oscuro espesor de las aguas.
Los brazos se partieron en mil pedazos
y la humanidad es una cifra
que escribe su nombre en los crueles
tormentos del artificio.
El tiempo rescata el semblante de una estación
que se dilata como lengua de fuego.
Aquí el fulgor es un beso mutante
que se cuaja sin regreso.
Un espiral de duelo atrapó las quebradas,
enmudeció la ternura de los días.
Todo se ha perdido
en la mancillada claridad de los espejos.
La soledad parió un memorial enmohecido
y el silencio clavó en las quijadas
su colateral martirologio de espíritus.
Se arrinconaron las súplicas
la hostia forjó su blancura
sacudiendo los destellos fugitivos del atardecer.
Las manos escribieron los epitafios,
las moscas evaporaron su fiebre
en las médulas corroídas de las momias.
La patria esquelética
siguió su curso entre las plañideras
que desmembraron la quietud de los relojes.
Pero una señal quedó en el punto de partida
como voz inmutable de esperanza.
La arena a veces muere pero resucita
con cada tallo que embiste
las vainas migratorias de las aves.
De alguna manera volveré a encontrarte
más allá de la miseria que repite
los vínculos del deshielo.


ENVOLTURA

Restauró su simplicidad de arena
y trató de entender los presagios
que anunciaron la vigilia.
Había inflamado los poros de la carne
pero las moléculas de existencia
resguardaron sus plataformas.
Latidos de furia voltearon el aire,
las estatuas cortaron su envoltura
hasta llenar de talco la mañana.
Las crónicas registraron el incendio
y en las calles arriadas de almas prisioneras
ninguno volvió a caminar como debía.
 
VIGILIA

No se puede conocer los rastros
de las manos en el agua,
tampoco la lividez del vacío
cuando apenas queda
un soplo intencional
en la robustez perpendicular
de la tarde.
Presencias aclimatadas
cada fin de semana,
resplandor de ansiedades
y luego la vigilia.
Las miradas se entrecruzan
ignorando lo que queda
a un costado de la vida.

 

PORTEZUELAS

Las jornadas filtran sensaciones
que golpean las portezuelas.
Se ahogan los fogones
y el poniente no serena el alma.
Ya nadie responde.
La soledad llena los sitios
de inexorable vejez en los espejos.
 


INMOVILIDAD


No entendió el movimiento telúrico
y llegó a destiempo.
Había surgido en la cicatriz de un sueño
con pletóricos emblemas
que luego sellaron sus formas.
El clima ríspido del atardecer
no reanimó su pulso después del naufragio
y repitió sus pasos en las huellas
cuajadas del diluvio.
Tuvo que desatar el silencio
y cuando abrió los ojos recrudecieron
los principios fundamentales del aire
en la vieja inmovilidad del arquetipo.

(c) Victorio V. Suárez
Asunción
Paraguay


Victorio V. Suárez (Asunción, Paraguay, 1952).

Poeta, ensayista y periodista. Ha publicado hasta hoy 15 libros.
 

lunes, 7 de diciembre de 2015

David González



el cartón

amarga mi perspectiva



la piel

se siente ajena

al hueso





todo tiene más de un sentido





conjeturación;





los sin nombres

viven tras los espejos.
















fragmento datas

hachado a intuición





mi radar inconexo

de turno

ahuecando vacíos

donde caer





antes del absoluto

las voces

de lo que fui





alquimias

de morar

al sur del sur











recién mudado

la casa abre sus piernas

zigzagueo de caras rancias

un ágape para dormirse

la perra pierde pelos negros

el blanco del cerámico

cavidades

donde apilar libros

encuadernados

o a escribirse

olmos insinuantes

de rogarles nace un patio

dijo el propietario

- mira que la casa

viene con foquitos -.

(c) David González

Viedma
Provincia de Río Negro
República Argentina



David Gonzalez

Nacido en 1979 en Capital Federal, actualmente reside en Viedma, Río Negro.

Publica textos y poesía en suplementos culturales, revistas, diarios, paginas webs.

Sube textos y poemas a su blog www.fragmentario.blogspot.es

Ha publicado poemas en la Antología Letras de la Comarca (Editorial Del Valle Bajo).

En busca de la poesía que trasciende los textos.

 homerals2@gmail.com